La avena es un cereal con un alto contenido, alrededor de un 65%, de ácidos grasos insaturados. De estos, el 35% es ácido linoléico, que aporta unas propiedades excelentes para el cuidado de pieles atópicas, sensibles e irritadas. Además, la avena tiene propiedades emolientes, suavizantes, revitalizantes y protectoras de la piel.
Agente antioxidante, antirradicales libres y regeneradora de tejidos.
Aminoácido implicado en la síntesis de colágeno que es la proteína fibrosa que forma el tejido conectivo, además proporciona sostén y relleno estructural y forma una barrera protectora de agentes externos.
Componentes del Factor Hidratante Natural (NMF), responsable de aportar la hidratación o humectación del estrato córneo.
El colágeno es fabricado por los fibroblastos. Se trata de una proteína, la más abundante del organismo, que compone la mayor parte de la dermis y forma la estructura que forma nuestro cuerpo a través del tejido conectivo. El colágeno no se encuentra en los alimentos.
Alfahidroxiácido que a altas dosis actúa realizando un peeling superficial y por tanto eliminando las capas más externas de la piel, arrastrando con ellas las pigmentaciones presentes en la misma. Además, es un potente hidratante y estimula la formación de ceramidas creando una barrera protectora lipídica cutanea.